Seleccionar página

Nuestras universidades preparan todólogos de la comunicación social, sin una especialización concreta. La malla curricular apunta más a graduar obreros de la comunicación para que trabajen en algún medio de comunicación, empresa, institución del estado u ONG. Además, las habilidades adquiridas no son compatibles con las demandas del mercado.

Al terminar la carrera de comunicación social se tienen como dos alternativas generales de trabajo: ser trabajador de la comunicación en las áreas de periodismo, relaciones públicas, publicidad, etc. o incursionar en la formación universitaria y de post grado. La gran mayoría de los profesionales deben buscarse un trabajo paralelo o el auto empleo.

Pareciera que los comunicadores sociales han sido preparados para depender y trabajar como obreros, ya que los niveles estratégicos y de administración de los medios de comunicación han sido copados por profesionales de otras áreas, o por empresarios e inversores. El comunicador ha sido relegado a un rol instrumental.

Cuando se convoca para un trabajo relacionado a la comunicación se pone como requisito que sea del área de comunicación, marketing, ingeniería comercial, ingeniería de sistemas u otra rama afín.   

Las fronteras de la comunicación social como profesión han sido desdibujadas en los últimos años por la falta de especialización.

Hoy cualquier persona puede incursionar en el ámbito de la comunicación social. Para constatar basta hacer una breve mirada a nuestros medios masivos tradicionales. Sin embargo, hay que destacar el trabajo de excelentes periodistas con verdadera vocación que primero incursionaron en prensa y luego se profesionalizaron a través de sus sindicatos en convenio con universidades.

En estos días con internet y las redes sociales como YouTube, Facebook y otros se ven personas con habilidades extraordinarias para comunicar convirtiéndose en influencers lo que antes eran los líderes de opinión. Es que la comunicación social es una cualidad innata de las personas. 

Mientras las personas vean la comunicación social como la carrera más fácil para lograr un título académico y las universidades no realicen filtros en la admisión de estudiantes y en su especialización: la comunicación social como profesión seguirá siendo percibida como una carrera sin trascendencia.

Nuestro sistema universitario con sus carreras de comunicación tiene que apuntar hacia el lado científico y de especialidad.

Hoy es el momento para que los comunicadores sociales saquen lo mejor de sí y se especialicen en lo que les apasiona y rompan ese vínculo de dependencia mental que han recibido en las universidades. Y los estudiantes exijan, aporten y construyan una comunicación como ciencia, acorde a nuestros tiempos.

Estamos viviendo en la nueva sociedad digital y global. Este es el escenario ideal para una transformación, para romper toda dependencia y encontrar nuevas audiencias que van más allá de lo local y geográfico.  

¿Sabes escribir bien? Podrías ser copywriter, ¿eres bueno en edición de audio o video? Que tal un curso online, ¿eres bueno en las redes sociales? Tal vez ser un comunity manager.

Si eres empleado podrías empezar con trabajos como freelancer luego inicias tu propia empresa o agencia especializada en aquello que te apasiona y vivir de ello según tus términos, sin dependencias y en modo online. Es momento de la comunicación knowmada.