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Hoy ¿qué es lo que te motiva? ¿Qué es aquello que te ilusiona y esperas el amanecer para levantarte con energía e ilusión? ¿Cuál es tu gran legado que dejarás en esta vida? ¿Por qué te recordarán tus amigos, tu sociedad, la humanidad?

Cada día se escucha decir: “ya no es como antes”, “ya estoy cansado de esto”, “no me ilusiona nada”, “ya no tengo ilusión” Ojo, estas afirmaciones son signo de que una persona está perdiendo esperanza.

Cuando perdemos la esperanza estamos perdiendo nuestra ilusión de vivir y nos estamos alejando de nuestro propósito final por el cual estamos en este mundo. Esto es muy peligroso porque puede llevarte a hacer hora en vida y pierdes toda motivación por lo que haces.

¿Te acuerdas cuando eras pequeño o pequeña? Te ilusionaba la llegada de navidad y esperabas con ilusión. Seguramente te pasó cuando estabas enamorado o enamorada, o cuando tenías que graduarte o quizá cuando conseguiste tu primer empleo.  Pero con el paso del tiempo esa ilusión y pasión se fueron desvaneciendo dando cabida a la monotonía, el pesimismo o por el contrario al activismo en busca de la felicidad.

Muchas veces buscamos el dinero como fin último, como nuestro propósito vital. Pero el dinero es solo un medio para ser feliz.

Es verdad que con el dinero puedes lograr cumplir un sueño como viajar, comprar y hacer esto o aquello y como resultado, te sientes feliz. Si esa felicidad está asentada en el tener, será pasajera e irás en busca de otra.

Para evitar caer en ese círculo de la avidez, tus acciones deben estar alineadas con tu propósito vital de lo contrario entrarás en la espiral de búsqueda y deseo por poseer poder, dinero, fama, placer insaciable que supuestamente te dará felicidad.

Para lograr una felicidad plena primero debes ser consciente del porqué de tu existencia, de tu propósito vital. Solo así entenderás que las cosas materiales y todo lo demás son solamente medios para lograr tu realización.  El dinero sí es importante y debes buscarlo, pero no como meta final sino para construir tu gran legado

¿Cómo restaurar esa ilusión? conecta con tu interior, ten una cita intima contigo mismo, desconéctate de las noticias, del ruido externo e interno y escucha la voz que te está hablando en voz baja en el fondo de tu corazón.

La ilusión es el motor de la vida y no importa tu situación actual, si tienes dinero o no, si estás sano o enfermo, si te encuentras cerca o lejos de tu familia, aprecia este momento impúlsate y vive con ilusión.

Si lo has perdido vuelve a recordar aquello que te ilusionaba, ese sueño inicial y vuelve a reconstruirlo. No pierdas la ilusión reinvéntate, tú estás hecho para cosas mucho más grandes.

Mario Luis Huayta